Concavo inconexo

Pinche jueves. Se aproxima el pinche diyita del 14 de febrero cuando todos andan en la lela. Sé que puedo paracer amargado. Me vale. La verdad es que no recuerdo un 14 de febrero con novia. Puedo escribir cosas lindas, narrar mis pesadillas, hablar de mis miedos más profundos, sacarlos a asolear un poco. Otra veces escribo como ahora. Escribir así es mostrar mi lado tedioso. También me aburro. Poco, es verdad, pero me aburro, y retebonito. Escribir así, es bajarme de la luna donde nadie me subió. Hago muchas cosas sin permiso. Amo y luego desando mis pasos. Olvido y abandono a placer. Di veneno como me lo dieron a mi; ¿que le vamos a hacer? A algunas personas, y me lo han dejado dicho en sus comentarios, les fascina que asuma esta postura medio hippie, medio fodonga de escribir. A mi también me gusta, he de aceptarlo; me relaja mucho escribir así como ahora escribo. Es como si fuera boxeador e hiciera sombra. (hacer sombra en el boxeo es cuando un peleador "pelea" con su sombra frente a una pared). Perdón por la repetición de la palabra escribir. Pinche costumbre de pedir perdón por todo.

Tengo mucho amor para dar. Soy un Amoroso. Y sin embargo estoy solo. Una cama que me viene grande de vez en siempre. Un par de brazos que no son sólo para trabajar. Unos dedos traviesos. Una boca que se muere de besos. Una erótica creatividad. A veces pesa. El amor lo elige a uno, y no al revés. No he sido digno de tan alto honor. Jamás le he visto. Es como los fantasmas, todos hablan de él, pero nadie lo ha visto. Tener hijos, casarse, ser felices para siempre como en los cuentos; eso no es amor, esa es la vida manifestándose. Nacer en pañales de seda, triunfar, ganar, prevalecer.... eso es cuestión de suerte. Es la voluble fortuna haciendo de las suyas, solo eso y más nada.

Soy una persona bastante sencilla, busco recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. Sólo hay bien en mí, eso me hace sentir jodidamente triste. Soy una creatura voluble y lunática que procura buenos momentos; una siesta, un buen libro, pasear con mi perro, un cigarrillo y no molestar a nadie y que no me molesten. Un deseo de constante himéneo. Impetus sin destino. Convexo sin concavo. Nunca creí merecer mentiras. Mi peor error fue esperar siempre demasiado. Si llegaste hasta aqui sin asquearte, ¡Felicidades!. No había porque o de que. Fue como pedir perdón. Esa mierda de sentirme ajeno en todas partes.