Olvidaré la amargura, prepararé la Ternura.
“Transformar a un príncipe en una rana no es nada extraordinario y se consigue con relativa facilidad. Cualquier malhumorado jefe de sección lo lleva a cabo a diario. Pero transformar a una rana en un príncipe, eso exige en alto grado arte o magia o amor”.
martes, 13 de diciembre de 2011
Días que no volverán
Olvidaré la amargura, prepararé la Ternura.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Honrando una Alianza
Recuerdos lejanos que nunca nunca olvidare
Jamas, podre dejar de imaginar...aquel ayer
pues solo asi, al verme ahi sere feliz....
El camino recorrido vive en mi corazon
cuando miro hacia el sol puedo sentir
una fuerza que me obliga a soñar otra vez para vivir ese ayer...
jueves, 3 de noviembre de 2011
Vigía
lunes, 3 de octubre de 2011
Acordes en Azul
se hace camino al andar".
martes, 23 de agosto de 2011
Primeros Asaltos
-Oliver Wendell Holmes
No está ya en discusión si la Vida te va a golpear o no. Lo va a hacer tarde o temprano. El dilema es si te podrás incorporar, si te podrás poner en pie nuevamente después de un fuerte golpe. Ahí es cuando sabes de que estas hecho o hecha. Creo en lo personal, estar hecho de buena madera. Mis Viejos como cariñosamente les llamo, nacieron y vivieron en el campo; trabajaron desde la temprana infancia en labores agrícolas que aterrarían a cualquier payaso que pasa las horas levantando pesas en un gimnasio y mirándose al espejo como un imbecil. Fuí Hecho Con Amor. Fuí un Hijo Deseado. Mi llegada no fue casualidad. Mis Padre me llevaron a recibir la bendición del Todopoderoso aun estando en el vientre de mi Madre (Q.E.P.D). Rendirme no es una opción. No he caído ante los últimos embates. Me cimbro, más no caigo. Sangro, pero no desfallezco. Estoy En Pie. La pelea es joven, son los primeros asaltos, y aunque sienta que mi corazón no puede más, la esencia que anima mi cuerpo me sostiene. No nací para perder... La muerte de mi Madre, me derribo a la lona; me puse en pie tambaleante. Cuando Mi Viejo se vaya... ese día no sé que será de mi.
lunes, 15 de agosto de 2011
Diferente
Por lo que muere lenta, bellamente...
Las cosas son como deben ser. Por las estrellas y su fijeza; candor arcaico, gemido silente del Universo. Por el néctar de una Camelia, dulzón y desvahido recuerdo de un Beso que se quedo esperando darse tibiecito se muere. Por el eco de una canción que bailamos con nuestros corazones latiendo a la par. Por el fuego limpio del hogar, ese que da al pan de cada día su legitimo sabor, que lo mismo abriga sin quemar; por los tréboles de cuatro hojitas, bosquecillo intacto que no te mostre, perene prodigio de la Luvia. Por la estocada en mi costado, recibida con una sonrisa franca y los ojos doliendose quedito, sin emitir queja alguna; me atraviesa de lado a lado. No hago sino desangrarme lento. Por lo que muere dentro nuestro, por el Nosotros que se ha ido Para Siempre... Brindo por todo ello. Brindo Por ti.
Algún momento, no sé si lejano o que tan cercano, no precisaré mis sandalias, para no herir los guijarros de un Hermoso lugar; donde ya alguien hace preparativos para mi llegada. Mi corazón-niño se me quiere salir del pecho tan sólo imaginarlo. Tránquilo bribón aún falta que vivir, que ver, que sufrir. ¿Que Amar? Volveremos a estar juntos. Todos al final , nos reencontraremos otra vez, será para ya no separarnos nunca más. Esa fue la promesa.
...Y Tan Largo el Olvido
Aunque el Maestro Dolor se ensaña conmigo, le pido a mi corazón quebrantado "No Te Rindas". Seco las lagrimas que nublan mi visión. Viajare ligero de equipaje; abandono por ahi los prejuicios y perjuicios contra quien camino a mi lado por un momento. Por ello ¡Gracias! Saque mi veneno. No sé si del todo. La Tristeza que nunca se marcho; me toma del brazo y posa tiernamente su cabeza en mi hombro, me acaricia el cabello y le digo: "Andemos entonces, que el camino es largo y sinuoso". Me da una sonrisita retorcida, forzosa y me susurra al oido: "No te Dejaré". Dejo al lado del camino mis alforjas cargadas de miedo, penas, celos, dudas, preocupaciones, y soberbia. Dejo también mi paraguas; si me quema el Sol, que me queme, si llueve Bienvenida la Lluvia. Por la noche contaremos astros, trazaremos nuevas constelaciones. Dibujaremos con lo obscuro del Cosmos. Colina abajo, se nos empareja la Soledad; aguardo tanto que me abraza efusivamente; me regala, al darme un beso; un dulce secreto. Los tres juntos y de común acuerdo reanudamos nuestro Peregrinaje, por la Tierra Donde Nada Es Como Aparenta. Al crepúsculo, El Turpial de un Cuento Olvidado se posa en mi hombro disponible y entona una cancioncilla que me hace llorar de nuevo. Tristeza acaricia mi oido con sus tibios labios al decirme el nombre de la canción: "Es Tan Corto El Amor... y Tan Largo el Olvido". Precipita un río salado desde mi alma. Cierro por un instante mis ojos anegados de llanto y me dejo guiar por mi Soledad y mi Tristeza. Quiero mirar hacia atrás, más no lo haré. Estoy seguro que habrá de atardecer una Noche Fresca y Bella enteramente Mía. Eternamente Fría.
martes, 2 de agosto de 2011
Sine Mora Corde Pulsum Tangite
Soy sólo un momento, un rasguño en la línea del Tiempo. Casi nada; quitándole el casi... nada entonces. Soy, como Tú, algo que le pasa al Universo, y no es poca cosa. Diré mis líneas, mi parte del guión. y me iré. ¿Pactado o no? Hago mi parte, diminuta, casi imperceptible, invisible a veces. Me has llamado: "Insensible", nunca; mi pecho, sin escudo ni coraza acomete cada sentimiento. Ya está echada la suerte. Trato de escapar de la monstruosa rueda que gira destruyendo todo a su paso. Estoy aquí por algo y no es para fracasar. En esta hora sin demora, toquen las cuerdas de mi corazón. Que cante el Turpial al caer la tarde, sobre mi hombro, alegrándome con su tristeza. Tales cosas he dicho y hecho.
martes, 19 de julio de 2011
Enemigo Intimo
León, el Guerrero amigo de la Lluvia, triunfante en mil peleas con todo tipo de contrincantes: Caballeros andantes, humanos salvajes, tribus indómitas, trolles sanguinarios, dragones feroces, monstruos de aparicencia escalofriante; había llegado a experimentar un estado de aburrimiento ante la falta de un oponente digno de su alma combativa, o al menos un buen rival que le exigiera un poco más de esfuerzo. Merced a la paz y estabilidad conseguida en la región, organizaba torneos donde participaban sus sirvientes y aldeanos. Siempre terminaba como un campeón malhumorado y frustrado ante la falta de actitud y convicción de sus rivales ficticios. Gradualmente fue perdiendo el interés en sus armas, que arrumbadas fueron perdiendo el brillo y el filo, al igual que su mirada.
Desde la torre principal Nimbus de su castillo Fortaleza Solitaria, su mirada se perdío en el horizonte, suspirando dijo, -Ojala las cosas no fueran tan fáciles, ni tan aburridas. ¿existirá en alguna parte el oponente ideal, aquel que ponga a prueba todos mis conocimientos, toda mi destreza? ¿Más aún, existira el ser capaz de vencerme en el arte del combate cuerpo a cuerpo?-.
¡Y existe!-Dijo una profunda voz a sus espaldas. Luke, su viejo sirviente, un guerrero anciano que deambulaba por todo el castillo pronunciando palabras en lenguas desconocidas. -Claro que existe tal oponente-. Su mente se había nublado desde la vez en que lo encontraron aterrado y llorando en el jardín de árboles purpúras. León lo amaba porque le recordaba la imagen de su padre.
-Sí honras a tu corazón sabrás como encontrarlo-, abrio desmesuradamente sus ojos marchitos como queriendo decir algo importante,-Yo...-
-Luke.. ¡estas descalzo, puedes caer enfermo!- cubriendolo con su capa lo tomo tiernamente de las manos para llevarlo hasta su habitación, confortandolo. Ordeno que cuidarán día y noche de él.
A los pocos días, León se encontraba en coloquio amoroso con una doncella, disfrutando de una hermosa luna llena reflejada en el lago del isne negro. Le platico de sus aventuras heroícas, ella declamo para él su linaje completo, tocó dulcemente el arpa envolviendolo en un ensueño maravilloso, de pronto un tropel rompio la magia del momento. Un joven servidor descendiendo del corcel y de rodillas, bajando la cabeza con respeto pronunció, -mi señor...Luke ha muerto- .
-¿Que? ¡Por las Barbas de Neptuno!
Solto la mano de la doncella y sin despedirse monto en el mismo caballo del sirviente. Como un relampago cruzo el bosque que separaba la comarca vecina de su reino. A zancadas subio las escaleras y llego a la pequeña habitación de Luke donde ya dos monjes realizaban sus oraciones por el anciano. Pidió lo dejarán solo con él. A solas cayó de hinojos y lloro como un chiquillo abrazando el cuerpo inerte.
Sintió como si las manos ajadas de Luke acariciaran su cabeza. Y así era, de repente el viejo se incorporó subitamente ante la mirada perpleja de León.
-¡Luke! Pense que estabas muerto....
-La muerte no existe pequeño bribón-.
-Pero he de recordarte que es la última vez que nos veremos, así que pon mucha atención, el enemigo está identificado. Finalmente se ha mostrado. Hay que reconocer el terreno para el combate. Depresiones, elevaciones, ríos, vados, grutas, peñas, árboles, matorrales. Las rutas de escape no están consideradas. No habrá escapatoria posible de tal encuentro. Vencer o morir es la consigna.
-¿De quien me hablas?
-El enemigo que tú buscas está aquí-, dijo mientras apoyaba su temblorosa mano derecha a la que le faltaban dos dedos, apuntando en el pecho del paladín. -Debes dejarlo todo si en verdad quieres enfrentarlo.
-El armero Jonio, trabaja arduamente. De magníficas aleaciones prepara dos espadas; una larga, garra de León, y una corta, Fénix liberado. Tensa un arco de cedro obscuro, Juniper, haciendo las cuerdas de visceras de dragón. Llena mi carcax con nueve flechas de punta de onix, cada una con una función específica: Kardot, Testus, Torso, Placco, Prakus, Fulgurus, Tempus, Hypnos, La daga Lengua de Fuego, forjada mil veces, será su regalo final para mi.
-Mi "escudero" está sumido en la tristeza. Siente que puede ser el final. Que quizás no volvamos a vernos nunca más. Me obsequia una tierna canción con su flauta de juncos: "Mi corazón volará como un ave por las tardes hasta el horizonte a esperarte". De sus ojos azules ruedan gruesas lagrimas. Fija en mi su mirada, me sonríe; vuelve a llorar. Mi adorada Bramble. -Recuerdo cuando la encontre vagando como sonambula en la aldea Urgla, en medio de muerte y destrucción, no tuve corazón para dejarla en medio de ese infierno. No es que sea malvisto una chica de escudero, ¡esta era una niña! Así, optó por vestirse de muchachito y evitar quedarse en el monasterio de la Montaña Susurrante a realizar las pesadas labores de limpieza y servidumbre y sabran los Dioses que más. De eso hace ya tres años. Lo recuerdo muy bien.
Una túnica blanca me es propuesta para velar las armas, prefiero la púrpura. Noche en púrpura.
¿Continuará?
Madre
Chapi
Eco de una mirada
De la terrible distancia.
A pesar de que se cierren todas las puertas.
De que nadie crea más en mi.
A pesar de una promesa rota.
De la libertad que me devuelves.
A pesar de un sueño huerfano,
....de la fija ausencia.
Más allá de mis errores.
Más allá de tu odio.
Más allá de tres mil doscientos ochenta y nueve noches.
Más allá de tu silencio... y el mio.
Más allá de todas tus sonrisas.
Más allá de los abrazos que te darán.
Más allá de tu Olvido forzado.
Esta el eco de un beso...
¿Recuerdas el brillo de mis ojos?
Alondra y Cuervo
Sin saber como, ni cuando; un día estuvieron lado a lado en la Fuente Cantarina del Jardín de Los Momentos. Ella blancamente fina, de alas delicadas, frágil figura y con un hermoso par de risueños ojos oscuros, un pico suavemente tierno y colorado. Él, tosco, de plumaje abundantemente oscuro, con un pico que cumplía la amenaza, día a día, de ser feo a más no poder. La sorpresa en él fue mayúscula, pues nunca había estado tan cercano a una creatura tan sutilmente hermosa. La miraba y la miraba una y otra vez remojar sus pequeñas alas en el agua de la fuente, hasta que uno u otro salpicón lo sacaba del embeleso. Alondra se iba píando una canción apresurada, en un abrir y cerrar de ojos, perdíase entre la arboleda tal y como llegaba. Casi sin sentir. Esto trastornaba a Cuervo terriblemente. Se lamentaba no haber dicho ni pío. Vaya ironía.
Todas las mañanas de aquel humedo verano, justo cuando el reloj de la iglesita de la plaza, se quejaba con sus herrumbrosas campanadas de las nueve de la mañana, Cuervo ya estaba posado sobre la fuente. Se desesperaba tan rápido que la impaciencia hacía presa fácil de él. Cuando menos imaginaba, ahí a su lado, Alondra ya remojaba sus alitas creando diminutos arcoiris matinales sólo para él. Cuervo, como era ya costumbre, dudaba en abrir el pico y dejar escapar un graznido que turbara la ducha matutina de Alondra. Más esa vez, como una bendita excepción, fue Alondra quien fijo su mirada tierna en la de Cuervo, entre parpadeos dulcemente lentos se aproximo a él, para zurearle "Me gustas, que bien te va el color negro"; Cuervo quedo petrificado. Aún despúes de que Alondra se marchó, él quedo con el pico abierto paralizado en la pequeña Fuente Cantarina del Jardín de los Momentos, por horas, días, semanas, meses y años. Aún se lo puede ver ahí, hecho un tonto.
El Universo y dos costales
¡Gracias!
viernes, 15 de julio de 2011
Suficiente
miércoles, 13 de julio de 2011
sábado, 2 de julio de 2011
Hansel sin Gretel
Llegar a darte cuenta que haz sentido miedo.
Que te has acobardado.
Con ganas de renunciar a todo.
Reconocer que has fallado,
hasta en lo más elemental.
Que no podrás ponerte en pie una vez más.
Que has extraviado la senda,
y te has quedado atrás.
Sentir que todo está perdido.
Llegar a tal conocimiento,
vivir ese momento...
Es un nuevo comienzo.
Hay quien pierde algo y lo busca donde hay más luz sin haberlo perdido ahí.
Como Hansel sin Gretel;
Como Arriba Sin Abajo.
Una delicia para los escarabajos...
¿Dónde buscaré unas migajas de predestinación?
sábado, 25 de junio de 2011
Estas manos
miércoles, 22 de junio de 2011
Créditos finales del Nosotros que se fue
este nunca no esconde un ojala,
estas cenizas no juegan más con fuego,
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
ese último detalle no lo protestaré,
ahórrate llamadas de regreso,
estas palabras son las de anteayer.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se queda sin su loca,
estos ojos, ¡Lo Juro!, no lloran más por ti.
el Curso del Dolor
viernes, 17 de junio de 2011
Las Alas de la alborada
Señor, déjame limpiar mi casa para que entres en ella. No soy digno de ti. Me derroto Señor ante ti. Entra en mi vida. Colma mi existencia de Luz, Paz, tranquilidad, Serenidad, Templanza, y Amor. Dame todo aquello que tú sabes que necesito y yo no sé pedir. El cansancio que ha sido mi compañero en los últimos tiempos, destiérralo de mi alma. Aplaca esta rebeldía que siento en mi interior. Disipa las nubes que opacan mi entendimiento. Acompaña mi diminuto ser con tu Magnifica Presencia. No aborrezcas este corazón pordiosero. Que no me Sienta solo aunque transite por la Soledad, y sobre todo, Padre Mío, ven en mi auxilio cuando en esa Soledad y al verme tan solitario, mi interior, mis culpas, mis actos se proyecten al exterior causándome ansiedad. Ahí sostenme fuertemente.
Esta Sed de ti Padre Eterno, cólmala con Agua de Vida para que nunca más vuelva a padecer sed esta insignificante creatura. Dime que no te has olvidado de mí, que si tuvieras refrigerador tendrías mi foto pegada en su puerta. Perdona todas mis dudas, todas mis blasfemias, mi búsqueda incansable me cegó y no permitía ver que estas, que siempre has estado frente a mis ojos, no sólo en tu creación, sino en todo ser humano que me da su ayuda desinteresada. Cuida de aquellos de quien he recibido bondad a manos llenas. Cuídalos y protégelos, guía sus pasos. Me hablas a través de mis hermanos. Soy tu instrumento Supremo Hacedor. El solo nombrarte destruya toda duda, toda tiniebla, toda amenaza, todo peligro sobre mi y sobre los que amo Señor.
"No temerás a Terror Nocturno, ni a Saeta que vuele, de Día. Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará".
Heme aquí Señor, aguardando tu respuesta...
Gracias por haberme dejado despertar este día 17 de junio de 2011. Cuida de Don Lucas y de mi Hermano. Hasta el día que tu decidas que permanezca acá en la Tierra, mi corazón vivirá esperando el momento de volver a Casa. No permitas me aferre a este viaje.
"Si tomará las Alas de la Mañana y el Viento me llevará al lugar más apartado del Mar y viviera en el último rincón del mundo, tu Diestra me sostendrá”.
jueves, 16 de junio de 2011
Horizontes
viernes, 10 de junio de 2011
Busco
Un poco de tranquilidad.
Un rincón fresco.
Un vaso de agua fría.
El Pan de cada día.
La primera estrella de la noche.
Una canción inolvidable.
Dejar de mentirme y que no me mientan,
...El Silencio.
¿Que más quiero?
Dormir más.
Soñar menos.
Caminar más.
Comer menos.
Respirar mejor.
Fumar menos.
Olvidar más,
Amar menos.
Aprender a soltar, tal vez...
Hablar menos. Compartir más...
Quizás.
¿Pero qué diantres espero?
Encontrar un lugar, un sitio...
Donde guardar... mi orgullo, mi dignidad;
E irte a buscar.
jueves, 9 de junio de 2011
Mis Frases de Poder
"Sólo los valientes lloran por Amor, eso no me exime del dolor."
"Que alguien no me quiera como yo quiero, no significa que no me ame con todo su ser".
"Es bueno irme y hacerme olvidar".
"Mi puntualidad es cósmica".
"Ya no corro detrás del Amor; si le interesa, ya sabe donde encontrarme".
"He aprendido a vivir con mis límites y a dejar de lado creencias ajenas".
"Me siento parte de algo grande que está en todas partes".
" Sin un solo disparo he conquistado la Fortaleza de la Serenidad ¿Será que sin luchar lograré más?".
"Librame Dios, de tanta pendejada".
"La mujer que amo, la traje desde un sueño. Su risa es un canto".
"Esa soledad sofocante que me abrasa y me abraza".
"Si yo fuera dueño de un circo, crecerían los enanos".
"Si pudiera, renunciaría a mis trabajos esta misma tarde e irme de vagabundo".
"Acaricie tu rosa con mis labios, liberando un suspiro cuyo eco vaga entre los astros".
"No tengo ganas de seguir haciendo el payaso".
"Dejemos libre este amor que sólo quiere volar, si quiere anidar en este corazón remendado allá ella".
"Sólo hay bien en mí, eso me hace sentir jodidamente triste".
"Nunca creí merecer mentiras. Mi peor error fue esperar siempre demasiado".
"Esa mierda de sentirme ajeno en todas partes".
"No me es fácil convivir con los demás".
"No he aprendido a amar. Y dudo que alguien quiera y tenga las ganas y la paciencia para enseñarme".
"¿Si soy tu soledad?".
"Somos inmortales corazón, las personas buenas no morirán".
" "Dios quita de mi camino a los pendejos y quitame a mi lo pendejo".
"Las ganas pueriles de ir a buscar el tesoro al final del arcoiris están intactas, a pesar de tantas cosas".
"El niño perdido llora, pero sigue cazando mariposas".
"La mejor manera de respetarnos es regalándonos el olvido".
"No busques el amor carnal; sí llega bienvenido, pero no mendígues amor de esa índole. No aceptes migajas. Fija tu mirada en altos objetivos. Lo lograrás".
"No es fácil vivir en ese mundo que a veces te parece un infierno. Recordarás que otras ocasiones te ha parecido un paraíso".
"No te veas como partes separadas; eres una unidad, una hermosa unidad ensamblada y equipada para amar; unos brazos que pueden ir de la fuerza a la ternura, unos ojos destellantes que pueden ser dos espadas o dos hermosos faros".
"La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una sola mujer. La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas".
"Tu voz te sirve para nombrar con ternura a quien amas, pero también puede destruir. Ten cuidado no tanto con lo que entra en tu boca sino de lo que de ella emane a través de las palabras".
"En el amor no busques ser correspondido. Tu misión es de amor. No busques lo tuyo. Sí te aman excelente y sino ama hasta que duela y alejáte... ¡Hazte olvidar, hazte olvidar!".
"Para tratar contigo mismo, usa la cabeza. Para tratar con los otros, usa el corazón".
"No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento".
miércoles, 8 de junio de 2011
Hoy Hace Un Año
Desde aquí te extraño, desde donde me faltan tus consejos, tus regaños, más no tu guía. Me dejaste, pero no me abandonaste. Seguimos comunicándonos de una manera tan sutil que muchas veces pasan ante mí las señales y no las descifro correctamente. En los más de mis sueños, porque te veo en ellos casi todas las noches, tu voz es como un balbuceo, no logro captar todo lo que me quieres decir, sé que has recurrido a muchos canales para hacerme llegar tus mensajes. Me duermo tan cansado Madre Mía. Tú ya sabes por qué. Mi enfermo y loco pensamiento. Estoy entumido como en ese sueño donde camino desnudo por las calles y de repente sales a mi encuentro echando tu rebozo para atrás, un gesto tan particularmente lindo en ti, "Mira como andas hijo mío" -me dices al tiempo que me tomas del brazo. Me llevas de regreso a casa. Siento tus manos dulcemente tibias, el calor de tu chal, te siento vívidamente caminando a mi lado y yo voy como zombi, con la saliva escurriendo de mi boca entreabierta, hecho una piltrafa. Vuelves a hablarme con tanto amor: "mira hijo, la aurora, ya va amanecer". -Miro hacia donde tu manita me ha señalado, y es la alborada más bella que jamás haya visto en mi vida, aunque fue sólo un sueño-.
Chapi... Hoy justamente hace un año, Vas conmigo a todas partes. Sé que últimamente no he hecho cosas de las que te sientas orgullosa. Con tu ayuda puedo encontrar mi camino. Intercede por mí. Cuídame a donde vaya. Ayúdame a llegar muy lejos concédeme una pizca de tu infinita paciencia. En las horas de infortunio tu Alma descienda a mi lado.
Me perdonaste siempre antes de lastimarte. Fuiste el sándalo que perfuma la hoja que la hiere. Sabías cuando salía de casa para amar o pecar. Y me aguardabas hasta que volvía, maltrecho y oliendo a vino y perfume de mujer. ¿Quién encenderá para mí esa luz que me guíe a volver al hogar? ¿Cual astro encenderás para mostrarme el camino? ¿A quién entregaré mis humildes flores del campo? ¿Quién enjugará mi llanto?
El que nunca volverá a besarte.
Tu Niño Grande.
martes, 7 de junio de 2011
Ave al vuelo
Ícaro
Voy a guardar silencio Mi mundo de por si pequeñito, se ha reducido todavía más; necesito ausentarme... si pudiera. He agotado todas las palabras. Que se abra el umbral a otra dimensión. Lo traspasaría. Vida, a veces siento que me quedas grande. Soy un fraude. Quiero ser como ese Sol que expira lento. Ese Sol que nunca ha sido mi aliado. Quiero dejar de echarlo todo a perder. Quiero encontrar el árbol más solitario para abrazarme a él. Hermanarme con el Viento y me lleve a donde sea. ¿Quién quiere amar a un derrotado por sí mismo? Debo comprenderme. No vestir con la culpa a los demás. Debo encargarme. Recuperar las ganas de escribir. No sé. ¿Por qué pusieron en esta tierra a un ser tan imperfecto, y ahora tan solo? ¿En qué momento acepte este rol, esta pantomima? Yo, que he hecho tanto daño. Mis labios musitan inaudiblemente: saldremos de esta corazón. Las lagrimas, compañeras inseparables, me han abandonado. Yo solía olvidar muy rápido. El truco dejo de funcionar. Soy destructible, y Hoy quiero Vivir Para Siempre en un Corazón que me ha echado al olvido... El planeta gira a una velocidad espantosa, quiero los pies bien plantados en el suelo, me olvide que no llevaba alas. Si alguien quiere Amarme que venga y me lo diga.
martes, 31 de mayo de 2011
La Leyenda de la Esmeralda
Entre las dunas del Azawagh, la parte meridional del Sahara perteneciente a Niger, viajaba la leyenda de un viejo Tuareg poseedor de una bella y refulgente esmeralda. Hen-Casul, sibarita, ladrón y mercenario de tiempo completo, había pasado los últimos años de su vida intentando conocer el nombre del pastor, con ello, lograría ubicarlo. El tiempo acariciaba las arenas del desierto día tras día, hasta que, por azahares del destino, al estar dando agua a su caballo en un pozo de una pequeña aldea escucho la conversación de dos ancianas: "Oh sí, claro que la he visto, es la piedra más grande y brillante que estos arrugados ojos hayan visto, su resplandor puede cegar. Kel Qett la muestra a quien se lo pida". De súbito monto en su corcel. Como había sido tan torpe, se decía a sí mismo, esa esmeralda había estado frente a su nariz todo el tiempo, varias veces en sus recorridos llego a encontrarse con Kel Qett y su rebaño de cabras, pasando siempre de largo, después de todo que podía robarle a un viejo ermitaño cuya única proeza era tocar su flauta por las noches frente a la fogata. Era tal su desesperación que a todo galope intento seguir varias direcciones a la vez en su búsqueda. La última vez que lo había mirado fue en cercanías del Oasis El-Bahír, hacía tres lunas llenas. Allá se dirigió. Las estrellas fijas, inmóviles eran comparsa de su deseo revivido. Al bajar una duna, las patas delanteras del caballo cayeron en una fosa poco profunda pero lo suficientemente peligrosa para romperlas como espigas de trigo. Hen-Casul rodo por la arena. Al darse cuenta, ya estaba rodeado por una andrajosa banda de ladrones del desierto. Mal vestidos, mal alimentados, y hambrientos. -Vaya, vaya, miren lo que ha traído el viento- escupió en su cara el jefe de la pandilla. -Un personaje bellamente ataviado. Tenemos tanta hambre que te comeríamos asado- Las risotadas de los salteadores le aterraron enormemente. Por primera vez en su vida, estaba siendo víctima de lo que él tantas veces cometió. Su mente pensó en rendirse; su corazón recordó la Leyenda de la Esmeralda. Con la velocidad de un relámpago despojo a uno de los bandidos de su daga, al tiempo que le cercenaba la garganta. Giro bruscamente la cabeza del siguiente. para luego lanzar la daga a uno que permanecía de rodillas frente a él. El cuarto se abalanzó alabarda en mano, con un movimiento lo evadió, clavándole la hoja en la espalda, el quinto ladrón no quiso dar pelea y salió huyendo a caballo. Un maltrecho y exaltado Hen-Casul, con las manos llenas de sangre de los facinerosos, se hinco en la arena frente a su caballo. - Ikawalen Shette, mi pequeño, mi hermano, mi hijo, yo mismo, mira como te ha dejado mi ambición, soy un insensato- Echose a llorar como un chiquillo. Sólo la luz de la luna le recordó su nuevo deseo. Con la misma daga que había matado a sus ocasionales asaltantes, abrió el pescuezo del noble animal, sólo un quejido sordo como consintiendo el noble acto escapo de su Lucero Negro. La sedienta arena de inmediato reclamo su cuota. Camino hasta la alborada antes de sentir que las hadas lo tomaban en sus gráciles manos. Estaba en el Valle de la Estrella Azul. El fuerte aroma a leche de cabra quemada le calo en la garganta. Permaneció dormido todo el día. Ya era de noche otra vez. Estaba a buen recaudo en una pequeña tienda. La resequedad en la boca no dejo escapar ninguna palabra. Se dolió de un costado. Un vendaje ajustado hecho con retazos de su propia vestimenta lucía empapado de sangre y sudor. Alguno de los ladrones debió herirlo sin darse cuenta por la fuerza de las circunstancias en la escaramuza. Intento ponerse en pie sin lograrlo. La llamarada en el exterior proyectaba la sombra de un hombre sentado pacíficamente y en total abstracción. Como pudo, Hen-Casul se arrastro hasta salir medio cuerpo del diminuto refugio. -Has despertado amigo mío, eres fuerte. Sobreviviste a una profunda herida de Tagda y a la deshidratación. Te encontré cuando Tefuk estaba en lo más alto y sus brazos recogen todo lo vivo que hay en este lugar. Eres afortunado, no tenía planeado pasar por este Valle. A veces soy yo el que sigue a las cabras.- Los ojos Hen-Casul se fijaron sutilmente en las formas caprichosas de las llamas antes de desmayarse otra vez. Al despertar, el pastor frente a él, le extendió un poco de agua, la última que le quedaba, y un trozo crudo de carne de cabra. Los devoro al instante. Cayó boca arriba con la respiración desaforada. Sintió que todas las fuerzas desertaban de su otrora macizo cuerpo. Podía ver su cuerpo tendido en medio de la tienda mientras su alma migraba. Una sonrisa se dibujo en sus labios. Pensó que no era tan aterrador como creía. Música de panderetas, de cascabeles y laudes le recibían en la Gloria, en aquel cielo que su madre le describió tantas veces cuando era un niño. Un saludo antecedió a otros más. Era una numerosa caravana de Egiptanos. En su peregrinaje, se han cruzado con el viejo pastor. -¡Ea!, viejo león, sal a saludar a tus amigos, ven a beber un trago de tessé bajo la luz de la luna- El anciano, fuerte aún como un roble se incorporó y salió al encuentro de los viajeros. Han-Casul se limpio la cara bañada en frio sudor. Escuchaba atento toda la conversación. -Bebamos viejo, aun que la luna es nuestra, que mañana nos buscará en vano. Ven a mirar las mercancías que traemos desde lejanas tierras. Hechizantes esencias, telas que son como las nalgas de las vírgenes de Damasco, manuscritos de procedencia incognoscible, piezas de alfarería quédate con algo vamos, vamos. Cualquier cosa es moneda de cambio, mi querido Kel-Qett-. El corazón de Hen-Casul dio un brusco sobresalto. Había sido salvado, resguardado, y alimentado por el mismísimo Kel-Qett. Intento enterrarse en la arena, ocultarse. Busco la daga de los ladrones, su gozma la había perdido. La calma regreso a su pecho sólo cuando Kel-Qett volvió a la tienda, trayendo de la mano a una joven Egiptana. Cubierta su cabeza con un alleshaw, sólo sus ojos eran visibles de los cuales emanaba una inusual y extraña fuerza luminosa. -Vamos pequeño cachorro, levanta la cabeza. No hay mejor alimento para un jovén león como tú que una hermosa gacela. Esta bella Diosa sabrá revivir cada parte de tu ser, cada sueño, cada anhelo, hasta los más profundos y ocultos volverán a rugir en tu pecho-. Acto seguido Kel-Qett le dio un beso en la frente a la Egiptana, exclamando, -no encontrarás mujer igual en esta ni en mil vidas más, ¡Por Amanar que digo la Verdad!-
Al quedar a solas, la mujer se despojo lentamente de la túnica, y del pañuelo que cubría su testa dejando a la vista un vaporoso vestido. Doradas pulseras encerraban sus fragiles brazos, su cabello caía docilmente hasta el comienzo de unos glúteos nacarados llenos de preciosos hoyuelos y una breve cintura coronada por los Ojos de Venus. Su mirada profunda como abismo se poso fijamente en Hen-Casul; avergonzado por su condición, herido, revolcado y varias noches sin tomar un baño, atino únicamente a bajar la mirada. Ella le regalo una sonrisa. Se inclino poco a poco hasta quedar frente a frente; con ambas manos intento alcanzar su rostro, como un halcón herido, Hen-Casul reaccionó bruscamente alejandose y levantando un brazo como quien se oculta de un halo poderoso. La mezcla de emociones; saber donde se encontraba, el temor de ser descubierto y la presencia serafica de ese ser lo tenían con el corazón a punto de salirse por la boca. -Iris, mi nombre es Iris-, le dijo antes de ponerse en pie y volverse a hurgar en un bolsón de piel de camello donde llevaba sus pertenencias. El breve nombre hizo eco en la mente de Hen-Casul intentando comprender su significado, lo repetía una y otra vez con la voz de ella dentro de su cabeza. Determino que era todo un Iggi para él descifrarlo; no pudo evitar reír sonoramente. -Vaya, el señor se ha relajado. Pense que eras mudo. Necesitas ser consentido con un buen baño-, -Sí, con leche de cabra ¿No?-, -Claro que no, aguarda un momento-. Iris salió de la pequeña tienda, en lo que Hen-Casul trataba sin lograrlo, de mantenerse en calma. Pensó huir y olvidarse de todo. ¿Huir? No renunciaría a obtener La Esmeralda ahora que estaba tan cerca como nunca antes. Sumerguido en sus propios pensamientos se quedo dormido. Soño con su madre que con palabras claras le advertía tuviera cuidado. Veía sus ojos, podía sentir otra vez las pequeñas manos maternas deformadas por la edad tomando su cara. Él acariciaba su blanco cabello y le daba un beso en la tibia frente.
jueves, 26 de mayo de 2011
Corazón brújula
El tiempo pesará de aquí en adelante mucho más. Se hará más lento y tedioso. Me esclavizaré a todo calendario. Contaré cada mañana, cada puesta sol también. Aprenderé algún oficio para entretenerme; algo que hacer con estas manos que se volverán torpes, tercas, vacías. Comprar más vasos de cristal. No llores mi pequeño gran corazón, hemos pasado cosas peores. Tomemos una coca-cola y déjame hacerte una fiesta con canciones. ¿Así está mejor?
Atento corazón centinela
Corazón Animal
Corazón pobre
Corazón niño
Corazón salvaje
Corazón aventurero
Corazón esperanzado
Corazón lastimado
Corazón pájaro
Corazón soñador
Corazón titán
Corazón trueno
Corazón brújula
Corazón boya
Corazón remendado
Corazón cajita musical
Corazón Superstar
Corazón Velero
Corazón Vanidoso
Corazón risueñor
Corazón Llave
Corazón baúl
Corazón meteoro
Corazón Poeta
Corazón plañidero
Corazón Tic-Tac
Corazón payasito de crucero
Corazón mujer
Corazón canción
Corazón amor de ella...
Corazón... ¿Coraza?
¿Mon Coeur?
Sí Mi Amor.
lunes, 16 de mayo de 2011
Caminar
martes, 3 de mayo de 2011
Un día disfrazado de mañana
"La muerte de la tierra es convertirse en agua, la muerte del agua es convertirse en aire, la muerte del aire es convertirse en fuego e inversamente".
martes, 26 de abril de 2011
Numen
Nunca quise quedar con el corazón desválido
Nunca pretendí sembrar sueños ni regarles con esperanzas
Ni acaparar ningún color para uso personal
Ni que alguien reze por mi, sino por lo que me duele.
No quise evadir tentaciones.
Ni recuerdo más aquel beso;
No me creas cuando hablo mal de mi.
Siempre fuí un exagerado.
No huí de la Luz del Astro Potente,
No encuentro mal la sombras,
Ni olvide deleitarme, maravillado, de su ausencia,
Troncharía alas de ángeles si los tuviera a la mano.
No quise marchitar el etereo encanto femenino.
A las flores que desprendí de su tallo imploró el perdón;
No hay nada más triste que el cadáver de una Rosa.
jueves, 14 de abril de 2011
Esto lo terminaremos juntos
Viejo... Mi niño viejo. Cuando te pregunto si me quieres y me respondes: "Cantidad". Y te vuelvo a preguntar y me dices: "Infinitamente". Cuando miro tus ojitos llenos de amor, y tu cuerpo ajado por los años necesitado de ternura, se me parte el alma y sólo me queda abrazarte y mecerte como a un bebe. Y vuelvo a preguntarte una vez más si me quieres, "Eternamente", es tu respuesta. Cuando acaricio tu pelo lleno de luz, tu cabecita toda blanca; cuando te pedí perdón me contestaste: "Hasta el último día". Con tus pocas palabras, me haces saber y más que saber sentir, que no estoy solo; que estas a mi lado, y que "Esto lo Terminaremos Juntos".
No soy quien para juzgarte. El pasado quedo atrás. Dueño de todas mi lagrimas; nuestros años finales juntos no fueron lo mejor ni lo más bello. Tuya mi ternura, tuyo todo mi calor, tuyo mi amor. Dejame acompañarte en el último tramo de tu largo camino... el camino que ya pavimentaste para mi. Te Quiero Don Lucas, Te Amo Viejito, Eternamente en Cantidad Infinita, Hasta el último Día... Esto lo Terminaremos Juntos.