miércoles, 27 de febrero de 2008

Abajo en lo profundo


Debajo de mi sonrisa, vive una mueca aburrida.
Detras de mis palabras, resuena el eco de mi soledad.
Debajo de mi nombre, estoy yo. Sólo yo, solo.
Después de mis sueños rotos, viene la sequía de ilusiones.
Al final de mis esperanzas rotas, está el límite de mi llanto.

Después de mi ira incontenible, el coraje de lo que no es.
Detras de mis peores momentos, la escalera del arrepentimiento.
Debajo de mi piel, la maldad busca su nido.

Detras de mi voz, mi corazón agonizando.
Después de mis ojos, un horizonte extraño.
Debajo de mis pasos, lo único que poseeo.

Debajo de cada capa, de pecado, de virtud; detras de cada acción, buena, mala; después de todo ello, allí estoy, sin nada para darte, ni poder hacerte reír siquiera.

Esto es lo que soy, esto es lo que somos. Ardamos con placer mientras se pueda. Te dije: "Amame, que aún estoy". ¿No sabes que la soledad no quiere estar sola?

Al principio fue tan diferente...
Ya no espero nada. Estoy más alla del silencio. Ya nada me es ajeno.
También quise ser feliz.

1 comentario:

Ivy Miranda dijo...

Siempre hay algo debajo, detrás, además...
siempre hay más, que maravilla que no somos sólo esto que se ve...
Y vamos todos hacia allá, en busca de la felicidad, yo también he deseado ser feliz...

Un beso