“Transformar a un príncipe en una rana no es nada extraordinario y se consigue con relativa facilidad. Cualquier malhumorado jefe de sección lo lleva a cabo a diario. Pero transformar a una rana en un príncipe, eso exige en alto grado arte o magia o amor”.
jueves, 19 de agosto de 2010
Corazón mío
"Corazón, corazón, por irremediables heridas turbado,¡Levántate!,
¡defiéndete de tus oponentes ofreciéndoles de frente El pecho!
En emboscadas de enemigos resiste Con firmeza.
Y, si vences, no te ufanes públicamente; ni, si eres vencido, en casa derrotado te lamentes. Con las alegrías ríe y con las desgracias llora,
Pero no demasiado.
Debes conocer el ritmo que gobierna al ser
Humano".
-Arquíloco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario