Vida prestada

¿Que es la vida? Muy buena pregunta. La respuesta lejos de ser poética, debe ser filosófica. Aunque de ello yo tengo nada o muy poco. O quizás si, partiendo de la definición del afán de saber, así a secas. Siempre he sido muy curioso y no pocas veces intente descifrar enigmas, crucigramas, palíndromas, hasta adivinanzas; desbarate las muñecas parlanchinas de mis hermanas para saber como carajos hablaban. Investigue ruidos nocturnos hasta dar con su origen. Descifre también alguna una que otra mirada femenina, aprendí el lenguaje de los pájaros, supe lo que dice la lluvia según su intensidad y muchos misterios más, que no tiene caso que te comparta porque toca tí descubrirlos de manera individual. Esto ha enriquecido mi experiencia. Lo que si puedo compartir es mi idea, de lo que para mi significa la palabra VIDA, meramente una aproximación de lo que siento e intento decir.

"Vida", es una palabra, breve, tierna. Alguna vez mencione que las cosas más hermosas están encerradas en las palabras más cortas. Sin embargo esto puede ser engañoso como el caso que nos ocupa. La "Vida" es dura, difícil, implacable, plena de retos, escabrosa, desgraciada, caótica, llena de sinsabores para los más. Para los menos, es holgada, entregada, fácil, y cómoda. Pero no por ello se salva. Nadie se salva. La "Vida" nos pone a todos de rodillas tarde o temprano. Cumple al pie de la letra su tarea destructiva. ¿Que ironía, no? Nos deja confiarnos poco a poco y cuando menos lo esperas, salta sobre ti como un tigre de Bengala. La "Vida" es un ángel con la rudeza de un camión de 20 toneladas a 150 kilómetros por hora dispuesto a arrollarte. Es el instrumento favorito de los dioses. Es el jardín donde ellos cortan las flores más bellas. Sin reparar en su dolor. La vida es bella, es verdad; sólo es la cara maquillada de un sicario que nos clava y retuerce el estilete en las entrañas, mientras nos da su mirada más tierna. La "Vida" nos traiciona. Hace trizas nuestros sueños más hermosos y se ríe a carcajadas en nuestra nariz. Ella es la enemiga del momento, ese instante en que nos escapamos del pasado y del futuro. Odia nuestras sonrisas. La "Vida" no somos nosotros. La "Vida" no es nuestra alma. Es una suripanta disfrazada de ternura.

Hay que forzarla, hay que tomarla por asalto. Es una mala pasada que nos hacen. Hay que aprender a mirar entre líneas. La "Vida" es un juego malvado. Hay que tenerla a nuestros pies encadenada y bajo control aparente, haciendo planes para matarnos. Su rostro verdadero es el de la muerte. Hagásmola bailar sobre nuestras frias cenizas; al cabo ella se queda, nosotros nos vamos. Quise llegar al alma de las cosas. Todo en el universo tiene un precio.