miércoles, 13 de agosto de 2008

Sin decir Adiós


Hay un camino largo enfrente. Desconozco hasta donde llega; y no quiero recorrerlo. Sí. Nunca había sentido tanto miedo. Es sólo miedo, que más da; un viejo conocido. Que insoportable es soportar. Hay deudas a pagar. Es tiempo de revisar mis facturas. Una a la vez por favor. La vida lo pone a uno de rodillas, tarde o temprano. No conseguí grandes cosas. Tal vez fue que nunca quise alcanzarlas; pero estaban ahí, al alcance de mi mano. Hice un truco o dos, hice enojar a mucha gente, me divertí no lo niego. Fuí un exagerado; ¿De que otra manera se puede disfrutar la vida con intensidad? Eso también hay que pagarlo. El fantasma del éxito lo vi un par de veces. Al del amor verdadero.... ¡A ese, ningúna! No me llevo nada ajeno. Voy a devolver hasta la risa; por supuesto que cada lagrima. La vida nos lleva con engaños y uno no es ignorante, uno descubre el ardid a tiempo, pero le seguimos el juego. Bien Vida; estoy en tus manos, finalmente... me atrapaste. Me canse de huir. Vamos a ver de que estoy hecho. Mi última voluntad es que me sepulten en el ártico, lejos de lo que ame, lejos de los que me odiaron y odie. Así, entre hielo, quizás pueda apagar este fuego interno, calmar el hambre de mi carne. Esto pudo haber sido obra de tu imaginación. No lastimemos ningún adiós.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces seria mejor no existir y no tener k pasar por los dolorosos procesos de la vida...
Pero a veces es muy necesario tener k pasar por estos procesos para descubrir nuestra verdadera mision en este mundo...
Tu no tienes el control de tu vida, es la vida la que controla cada uno de tus movimientos no dejes que te venza demuestrale que eres capaz de soportar eso y mas...
Mira a tu alrededor y tal vez te daras cuenta de que en esta lucha diaria no eres el unico tratando de sobrevivir...