¡Celebremos la vida!

Convencido de que el Universo entabla comunicación diaria con todas sus creaturas, incluidos tú y yo, por los canales más inverosímiles y extraños. Al abrir el periodico, (leo tres distintos cada mañana) mi vista vaga de aquí para allá... Anuncios de coches, suicidios, la temible inseguridad, el peso y su inutil lucha contra el dólar; de repente mis ojos se posan en un artículo interesante mismo que al final me regala una frase que me hizo reflexionar: "Celebra tu existencia", del poeta inglés William Blake. Bueno, sigo adelante mi lectura en otro medio impreso y al abrir la siempre frívola sección de sociales, en color rosa se lee: "Gran celebración de vida", título del cumpleaños de un escuincle hijo de algún acaudalado . Vaya... vaya. Pense. La sección deportiva de otro periodico tuvo lo suyo: "Para todos aquellos que celebran la vida, aquí les mandamos su regalo, con todo y globo", título del poster de una chica veinteañera de pelo castaño y carita angelical que sujeta un globo rosa en forma de corazón que hace juego con el color de la mínima ropa interior que luce. ¡Tres veces el enunciado "celebración de vida" en tres diferentes peridodicos! Eso no fue todo, quise hecharle un vistazo a mi signo del zodiaco, escorpión, del cual hago la cita textual: "Tendrás muchos compromisos que cumplir y falta de tiempo para llevarlos todos a cabo. Analiza y decide. De cara al amor, prepárate, conocerás a una persona especial".

¡Voila! Ahora si me hicieron el día.... ¡Ja!

Después de reirme un buen rato. Una seriedad abrumadora me asusta. Sí están ahí es porque yo pedí tal comunicación. Sí los recibo de esta manera, es porque cada mañana leo el periodico y es nuestro canal de comunicación, unidireccional, pero al fin canal. Vamos a ver que resulta de todo esto. Te mantendré al tanto de cualquier novedad. Por lo pronto, flojito y cooperando, me dejo querer.... o más bien, me dejo mover, al fin soy una pieza más del tablero de ajedrez. Un peón puede poner en jaque a una reina. Quizás nunca somos nosotros los que verdaderamente elegimos.