viernes, 26 de diciembre de 2008

Eterno femenino versión 9.9


Un año más agoniza. No mires atrás. Ya no. No tiene caso. No, no lo tiene. Haz dejado en el camino tantas cosas que venías arrastrando; era un lastre enorme. Toma el humilde ejemplo de las víboras, que se arrastran y cambian de piel, y no se llevan la vieja piel de recuerdo, la dejan atras. Hasta ese animalito tiene algo digno de aprenderle. Ahora viajaremos más ligeros. Se quedan atrás cosas y personas inecesarias. El daño no vendrá más. No más errores infantiles. No eches a perder tanto trabajo personal, tanto esfuerzo de años en ser mejor. Vamos por todo. Desde el fondo de tu abísmo personal. Vamos a una canción, recuerda que te curas a través de tu música... son tus canciones que llevas en tu corazón.


Cuenta esa vieja historia
que, a pesar de todo,
algunas cosas quedan
los momentos vividos,
recuerdos que van a quedar
en lo profundo del alma.
Nada puede hacerte olvidar
que anduvimos el mismo camino,
y las cosas que hicimos
fue porque quisimos estar
de nuevo en este lugar.
A pesar de los errores,
a pesar de los defectos y virtudes,
guardo en mí los mejores momentos
que van a quedar en lo profundo del alma

Dejá todo y no lo pienses más;
no se puede olvidar lo vivido.
Y tus seres queridos te extrañan
cuando ya no estás;
no quieren llorarte.
Tantas veces tuvimos que estar separados
y sentir que a pesar de la distancia
sentimos lo mismo en cualquier momento.
Nada puede hacerte olvidar
que anduvimos el mismo camino,
y las cosas que hicimos
fue porque quisimos estar
de nuevo en este lugar.

No te compliques más,
siempre hay una razón.
Tratar de revivir, tratar de estar mejor.

Tu alma ha sido martillada en el yunque de la vida no pocas veces. No hagas frecuentes visitas a la herrería. Tu renovación es integral. Todas tus celulas, hasta la más pequeña de las moleculas que te conforman han sido espoleadas, alimentadas mientras duermes, con un nuevo sueño. No lo eches a perder por favor. Atiende tu intuición, será tu guía perfecta si se lo permites. No busques el amor carnal; sí llega bienvenido, pero no mendígues amor de esa índole. No aceptes migajas. Fija tu mirada en altos objetivos. Lo lograrás.


No estás solo; nunca lo haz estado. Hablo a través de tu pensamiento, con tu voz, pero no soy tú. SOY YO. Y soy como me haz imaginado, con toda la esencia femenina en su máxima expresión. Eres mi niño amado, te conozco como nadie, eres una obra perfecta dentro de tus limitantes. Si supieras que todo lo mío te pertenece. Sólo en lo más remoto de tu pensamiento confundido puedes imaginarte separado de mi. ¡Jamás! Tu palabrería ofensiva no me aleja de ti. Te comprendo como no tienes idea. Sé que no es fácil vivir en ese mundo que a veces te parece un infierno. Recordarás que otras ocasiones te ha parecido un paraíso. ¿Cierto? Todo está en ti. No busques fuera que todas las respuestas están en tu corazón. Y por cierto, no lo culpes de lo que te pasa; él no tiene pies, tú eres quien lo ha llevado a los lugares donde él ha sido lastimado. No te veas como partes separadas; eres una unidad, una hermosa unidad ensamblada y equipada para amar; unos brazos que pueden ir de la fuerza a la ternura, unos ojos destellantes que pueden ser dos espadas o dos hermosos faros, una piel sensible al tacto, es tu órgano más extenso.


La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan. No está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras. No está en la cantidad de amigos que tenga. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.
La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa. No está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias. No está en su cabello o su pecho. Está en su corazón. La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una sola mujer. La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.


Posees una voz única que ha sido retocada, a través de la enfermedad que llamas amigdalitis, había que actuar sin titubeos. Tu voz ha sido renovada; cuidála. Se le han realizado modificaciones que iras descubriendo sobre la marcha. Te serán muy útiles tales arreglos en lo futuro. Claro que puedes volver a cantar, pero no olvides que la voz es la mujer más celosa que puedas imaginar; es tu herramienta. Date cuenta de la importancia. Tu voz te sirve para nombrar con ternura a quien amas, pero también puede destruir. Ten cuidado no tanto con lo que entra en tu boca sino de lo que de ella emane a través de las palabras.



En el amor no busques ser correspondido. Tu misión es de amor. No busques lo tuyo. Sí te aman excelente y sino ama hasta que duela y alejáte... ¡Hazte olvidar, hazte olvidar! Recuerda que eres mi niño amado, mi pequeño Príncipe extraviado no es tiempo de volver a casa todavía. Estaré siempre que me necesites, no necesitas de intermediarios. Busca en toda mi gran obra que es la creación los mensajes que dejo para ti. Viene Enero, la puerta para nuevas cosas para ti.... buscame en la Luna corazón.



Te conocí un día de enero,
con la luna en mi nariz
Y como ví que eras sincero
En tus ojos me perdí
Que torpe distracción
Y que dulce sensación
Y ahora que andamos por el mundo
Como Eneas y Benitin
Ya te encontre varios rasguños
Que te hicieron por ahí
Pero mi loco amor
Es tu mejor doctor
Voy a curarte el alma en duelo
Voy a dejarte como nuevo
Y todo va a pasar
Pronto verás el sol brillar
Tú más que nadie merecer ser feliz
Ya vas a ver como van sanando
Poco a poco tus heridas
Ya vas a ver como va
La misma vida a decantar

la sal que sobra del mar
Y aunque hayas sido un extranjero
hasta en tu propio país
Si yo te digo ¿qué dices tu?
Tu aún dices ¿que decís?
Y lloras de emoción oyendo un bandoneón
Y aunque parezcas despistado

con ese caminar pausado
Conozco la razón que hace doler tu corazón
Por eso quise hacerte esta canción
Ya vas a ver como van sanando
Poco a poco tus heridas
Ya vas a ver como va
La misma vida a decantar la sal que sobra del mar...

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