miércoles, 18 de junio de 2008

Mi reina no es de este mundo


La soledad me hizo extrañarte.
El tiempo volverá sobre si mismo. Y yo ire con él.
Saber que todas las rosas volveran. Y tú con ellas.
Siempre les hable de ti a los pájaros.
Hacían canciones con tu nombre.
El solo recuerdo de la tersura de tus mejillas
me hace estremecer.

No pertenezco a este lugar, a este mundo.
Pertenezco a tu lado, sea cual sea tu mundo.
¿Hacia donde mis pasos se encaminan?
Es que sólo anhelo volver a tu lado.
Eres el hueco en mi pecho.
Tu recuerdo es eterno. Quema.
Y no te recuerdo toda.
Cuando deje este cuerpo
viajare por los serpenteantes pasajes de la vía lactea.
Llevo guardada en mí tu promesa: "Cuando vuelvas, mi corazón saldra a tu encuentro. Nuestros corazones, cuantos besos y abrazos se daran".
¿Como he podido vivir sin ti tanto tiempo? Tan lejos.
El aprendizaje es duro y cruel.
He creído verte en tantas partes.
No se puede desandar el camino recorrido.
El dolor me hace extrañarte.
Algún día encontrare el camino a mi hogar.
Tu voz me llama cada noche.
Muy pronto atendere el llamado,
y des paz a estos ojos sin dueña.
Fui feliz y no lo sabía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TE LEO Y ME LLENO DE TI AUN SABIENDO QUE TUS LETRAS Y ESA PASION VAN DIRIGIDAS A OTRO CORAZON

QUISIERA SER POR UN DIA TU MUSA

Ivy Miranda dijo...

Es que la felicidad es tan ligera que, hasta que no la perdemos nos damos cuenta de que la perdimos;
Ojalá que ese corazón salga a tu encuentro, que encuentres el camino, que ames de nuevo...