Los extremos se tocan

¿Quién iba a pensarlo?

Que tú y yo estaríamos juntos un día, tan juntos.

Que algún día tu mano tomaría la mía.

Que nuestros pasos, serían un solo eco.

Que miraríamos juntos, en otra dirección.

¿Quién iba a pensarlo?

Que serías mia y yo tuyo.

Que mis noches solas nunca más serían.

Ninguna vez me atreví a imaginarlo.

Es de no creerlo...

Hiciste bien en desobecer la recomendación de tu madre:

"Ten cuidado con lo que deseas; que puede hacerse realidad".

Los extremos se tocan. La lejanía es complice de la cercanía.

Tú lo comprendiste una sola vez.

Tú lo imaginaste, tu lo deseaste, tú lo soñaste...
Estoy aquí por ti. Tu alma no me es tan ajena.

Soy tu pesadilla y no quieres despertar.