lunes, 15 de agosto de 2011

Por lo que muere lenta, bellamente...



Las cosas son como deben ser. Por las estrellas y su fijeza; candor arcaico, gemido silente del Universo. Por el néctar de una Camelia, dulzón y desvahido recuerdo de un Beso que se quedo esperando darse tibiecito se muere. Por el eco de una canción que bailamos con nuestros corazones latiendo a la par. Por el fuego limpio del hogar, ese que da al pan de cada día su legitimo sabor, que lo mismo abriga sin quemar; por los tréboles de cuatro hojitas, bosquecillo intacto que no te mostre, perene prodigio de la Luvia. Por la estocada en mi costado, recibida con una sonrisa franca y los ojos doliendose quedito, sin emitir queja alguna; me atraviesa de lado a lado. No hago sino desangrarme lento. Por lo que muere dentro nuestro, por el Nosotros que se ha ido Para Siempre... Brindo por todo ello. Brindo Por ti.

Algún momento, no sé si lejano o que tan cercano, no precisaré mis sandalias, para no herir los guijarros de un Hermoso lugar; donde ya alguien hace preparativos para mi llegada. Mi corazón-niño se me quiere salir del pecho tan sólo imaginarlo. Tránquilo bribón aún falta que vivir, que ver, que sufrir. ¿Que Amar? Volveremos a estar juntos. Todos al final , nos reencontraremos otra vez, será para ya no separarnos nunca más. Esa fue la promesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE BELLO LO QUE ESCRIBES.... TAL VEZ POR ESO Y MUCHO MAS te estraño tanto ........