Pedazos de una canción

La vista desde la terraza del chalet en el antiguo barrio Cité-centre ubicado frente al lago Leman era deslumbrante. Sentado en una silla de hierro italiano artesanalmente elaborada, con la vista fija sobre el Jet d´eau; Dan Becker bebía un escocés en las rocas. El aire fresco del mes de agosto le hizo reaccionar. Camino hacía el interior de la habitación que era envuelta por música de piano y la cálida luz de un candelabro de cristal. Escucho una canción tarareada que provenía del cuarto de baño. Era una voz femenina. Se arrellano en un mullido sillón de piel de armiño, aguardando. No espero demasiado. Una mujer con de piel ligeramente apiñonada, cabellera castaña y lacia que caía hasta el final de la fina espalda. Unos muslos largos y rotundos. El cuello largo y delicado. El rostro era todo un poema; mentón suave, unos labios rojos bien definidos, aprisionaban dos hileras de dientes blancos como perlas. Nariz recta y afilada, ojos verdes profundos de mirada firme y a la vez analítica.

-¿Qué tal el lago?- Interrogó ella. –Hermoso pero no tanto como tú-, respondió Dan, al momento que apuro el último trago y se puso de pie. Dejando escapar una sonora carcajada y acariciándose la cara dijo –hacia tiempo que no tenía un sueño lucido tan intenso-, lanzando la copa contra la pared. La mujer sin ninguna reacción aparente, sólo atino a cubrirse con una bata de seda negra, se sentó frente a un tocador sin quitarle la vista a Dan. –Siéntate ¿Quieres? Te explico enseguida. ¿Si? Esto no es un sueño. Haz dado un salto en tu línea de vida y ahora estas aquí. Mírate al espejo. Ven. La imagen que encontró de sí le desconcertó. Un hombre con el pelo entre cano, tenía sus ojos y su voz. –Si esto es un sueño....-, al tiempo que volvía a reír. De una gaveta sacó un sable oriental poniéndolo en el cuello de la chica.

-¡Hey, esto es real, que estas haciendo me vas a lastimar!

-¡Habla! Escupió él. ¿Es un sueño verdad? ¡Habla!

Zafándose en un parpadeo, la misteriosa mujer se puso de pie. -Te dije lo que estás experimentando, diste un salto en tu línea de vida y ahora estas disfrutando lo que tanto querías, ¿De que te quejas?, se que te causa desconcierto, pero ya lo asimilaras poco a poco. Aún con el sable apuntando hacia el tórax de la chica, Dan espetó, -de modo que como en una película, se adelantó mi vida... ¿En que año estamos? -2015-, contestó ella. Una carcajada escapó de la boca de él al momento que intentó hundir la hoja del sable en el abdomen de la chica. En un movimiento rápido, ella alcanzo al desviar el embate mortal, resultando con una ligera cortada en el brazo derecho. -¡Estúpido! , al momento que él dejaba caer la espada.

15 minutos después, recostados en una amplia cama ella con un vendaje, mientras Dann le acariciaba el pelo, dejaba ir la primera andanada de preguntas. ¿Quién eres y como te llamas? ¿Qué haces conmigo? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cómo?

Le clavo la mirada y le contestó:

Mi nombre es Gabrielle, soy tu asistente personal, ¡ Y no me mires así!-. Estamos en un chalet, que compraste hace dos meses-

La interrumpió bruscamente, -¿Con que dinero? ¿A quien mate?,

-¿Si me dejas hablar por favor?

-Está bien, perdóname, ¿Gabrielle verdad?

Sabía que un día harías todas estas preguntas. Cálmate, ¿Esta bien? Bien. Eres un escritor de fama mundial. Bueno, pues de ahí salió todo esto. Y si, yo también salí de ahí. Me contrataste hace un año en tu visita a Dublin. Fui a que me autografiaras un libro y ya no me dejaste ir. Fuimos a cenar. Me llevaste a mi casa. A la semana estaba trabajando contigo como traductora y asistente personal.

– ¿Así que eres Irlandesa?, eh que tal, ¡Eire Go Bragh!

- Eso mismo dijiste cuando me viste...

-Mi padre es portugués y mi madre Irlandesa. Y quita esa cara de tonto, que es la misma que pusiste cuando me conociste.

-¿Eh?, ¿Yo?, si, seguro-.

Bien, ¿Me estas siguiendo? Bien. Por lo que sé, esto iba a pasar. Algún día ibas a dar este brinco en tu vida, aunque para mí, pues solo es como si tuvieras un cambio de carácter repentino, he estado contigo desde hace un año, y ya te conozco lo suficiente. Cuando te conocí, me entregaste un escrito donde detallabas que esto pasaría. Al principio dude y pensé que estabas loco, pero creí en ti, y aquí estamos. He de aclararte que no vienes solo.

-¿Ah no?, ¿Y quien viene conmigo?
-Tus emociones y manera de ser de antes de todo esto. Tu personalidad y carácter del año 2008. Y he de reconocer que eras bastante pesado.

Con el rostro sonrojado, Dan, ahora de espaldas musitó, -También debes reconocer que esto no es nada sencillo, eres una mujer asombrosamente bella y que....

-Ya esta bien ¿Si? Envolviéndolo en un tierno abrazo. Él sintió sus pezones erectos en su espalda.

-¿Cómo era mi manera de ser contigo Gabrielle? Antes de este... “incidente”.

-Ah, eres, tierno, amable, atento, caballeroso, respetuoso, muy espiritual, a la vez juguetón y maravilloso. Te gusta estar con la gente. Te dejas tomar fotos y tú les tomas a ellos, tanto a la gente como a los periodistas. Te aman.

-¿Y tú?
-Yo. ¿Yo qué?
-¿Tú .... me amas?

-¿Crees que una mujer va a irse por el mundo con un hombre que casi le dobla la edad? ¿Crees que una mujer va a dejarse mirar desnuda? ¿Crees que.....

-¡Me amas!

-Yo nací en Irlanda. Hemos estado de gira 11 meses promocionando tu último libro... “El...

-¿Así que eres mi traductora? ¿Cuántos idiomas hablas?

–Portugués, español, irlandés, italiano, francés, fluidamente y me hago entender en ruso, checo, y japonés.

-¿E inglés, por supuesto?

-El mejor inglés se habla en Irlanda....