El primer beso

Debe haber sido ya en la adolescencia, debe haber sido tan fugaz, tan efimero que no lo recuerdo. Sinceramente no recuerdo con quien fue, pero de que existio pues existio, de lo contrario no hubiera intentado hacer un inventario a pregunta expresa ¿Recuerdas tu primer Beso? al volver de un sueño.

Mi memoria tiene huecos, y grandes, como para no recordar el beso ni la besuqueada.. Hecho mi mente en rewind como los viejos videocassettes de VHS ya descontinuados, pero no llego hasta ese instante, me quedo un poco más alla de la mitad. Nombres y miradas femeninas desfilan en la pantalla de mis recuerdos, pero no logro ubicarla. Señoras, señoritas, estudiantes, doctoras, contadoras, psicologas, amas de casa, niñas bien, niñas malas, amores fugaces, amantes ocasionales; la hermana de un amigo, una viuda, una novicia que por mi culpa se salio del convento y volvio a su tierra (supe que se caso y tiene tres hijos, vive muy feliz), una casada, una enfermera y como 20 divorciadas.

Hubo besos arrebatados, besos insinuados, besos delineados, besos apresurados (Por furtivos), besos mordelones, besos voraces.. devoradores, besos sutiles, besos franceses, besos arrebatadores, besos arrobadores, besos inolvidables, besos de un rato, besos traicioneros, besos arrabaleros también; besos de película con inclinación de la besada y Luna Llena y toda la cosa, besos diminutos (de pajarito), besos de ventosa, besos de campanilla (..je), besos casi pueriles, besos con Jacarandas en la boca, besos certeros, besos de loca; besos egipcios (en el ojo izquierdo), besos palpitantes, por ahí uno reciente con sabor a tequila, besos acrobatas conduciendo el auto; besos vampirescos que dejaron sangre en los labios.

Recibí besos para distraerme, besos para morderme, para marcarme, para contentarme, para encenderme, para despertarme; besos de transferencia (que sólo ella y yo sabiamos eran para mi), besos de ensueño y besos robados.

Me besaron con labios humedos, con labios pintados de carmín, con labios untados de miel; con labios tiznados de ceniza; me besaron con la boca cerrada, con la boca entreabierta, me besaron con la mirada (a esa no la olvido), con una fresa triturada en la boca, y con la lechera chiquita untada en los labios. Una me decía: Príncipe Besuqueon.

Recorrí con los mios, labios alargados como alas de albatros, los hubo carnosos, cortos, tibios, tersisímos como seda, ardientes (por la espera), eterna y dulcemente frios que me encantaron.... pero por Dios que no logro recordar el primero. Quizás en una esquina se perdió. Otra me pusó: Boquita de olán.

Las bese con deseo, las bese con el alma; más de la primera no logro recordar como se llama. Citar nombres no ayuda en nada, y no es que presuma de ser un Caballero, pero por ahí no va la cosa. La que me beso para olvidarme, no pudo, ¡ayer me llamo!