
Derrota, mi derrota,
mi Soledad, mi aislamiento, me eres más querida que mil triunfos,
y más dulce al corazón que toda la gloria del mundo….
Derrota, mi Derrota, mi desafío, y conocimiento de mi mismo,
Por ti sé que aún soy joven, y ligero de pies
Y desdeñoso de los marchitos claveles,
En ti encontré perfecta soledad,
Y la alegría de ser humillado y despreciado.
Derrota, mi derrota, mi rutilante espada y mi escudo,
en tus ojos he leído que ser entronizado, es ser esclavizado,
que ser comprendido, es ser rebajado,
y ser entendido es tan sólo alcanzar la propia plenitud,
y como un fruto maduro, caer y consumirse...
Derrota, mi derrota, mi audaz compañera, tu escucharás mis cantos, mis gritos, y mis silencios, y nadie si no tú me hablará del batir de alas, del furor de los males, de montañas que arden en la noche, tu escalarás mi escalada y rocosa alma.
Derrota, mi derrota, mi mortal valor, tú y yo reiremos juntos en la tormenta, cavaremos fosas para todo lo que muere en nosotros,
y nos erguiremos ante el sol con una voluntad ...
Y seremos peligrosos...
-Khalil Gibrán
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