“Transformar a un príncipe en una rana no es nada extraordinario y se consigue con relativa facilidad. Cualquier malhumorado jefe de sección lo lleva a cabo a diario. Pero transformar a una rana en un príncipe, eso exige en alto grado arte o magia o amor”.
viernes, 31 de julio de 2015
martes, 28 de julio de 2015
lunes, 27 de julio de 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)