Ekaterina Galkina
“Transformar a un príncipe en una rana no es nada extraordinario y se consigue con relativa facilidad. Cualquier malhumorado jefe de sección lo lleva a cabo a diario. Pero transformar a una rana en un príncipe, eso exige en alto grado arte o magia o amor”.
martes, 25 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Quijote
Luchar, pelear, intentar prevalecer contra las fuerzas de la Naturaleza; es intento vano, tarea inútil.
Lo mismo sea un molino de viento, alcanzar la cumbre de una montaña en la tempestad o tener la fidelidad y lealtad de una Mujer.
Entonces hay que descender de las nubes, del Molino de Viento... y dejar a cada quien usar su libre albedrío e irnos de ahí, de su lado, de su compañía, para Siempre; buscar la sombra de un árbol, y ser un árbol; un rincón oscuro y ser sombra; un río cristalino y ser pez... o la Soledad. Y ser Nada.
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