jueves, 3 de noviembre de 2011

Vigía



En este momento podría tomar el último tren al Olvido, sin boleto y sin valija.

En este momento decidiría que camino tomar en la encrucijada de mi vida, como agua entre las manos se evapora, se evapora.

En esta noche auspiciosa, elevaría una pequeña gran plegaria; no hay distancia que venza a la Aurora.

En esta suerte sin fortuna, en esta travesía con dolor en demasía; ensayaría el silencio. Pero No...

En este oportuno trance, en estos brazos sin alcance; desearía la estulticia más profunda; el más desgarrador grito nacido del Alma del Alma. Más No...

En esta mascarada, de la Vida Descarada, podría regar un rosal con 1972 reproches; Ya no, no más.

Dejar ser, liberar, soltar. No buscar; encontrar. Primero a mi mismo, un trébol de cuatro hojitas despúes; quizás, de prestarle al corazón un telescopio.