jueves, 28 de febrero de 2008

Quietud


Un camposanto del tamaño de la Soledad que me perpetra, donde duermen las lagrimas que no puede llorar mi corazón, ahí pondré a dormir mi corazón.

En el jardín de mi alma brotó una florecilla que llamaré tristeza.
Me falta tu voz, y ahora tus ojos, y ahora tu cuerpo, pero más tu voz...
Que soy incapaz de hacerte daño. A ti sólo puedo amarte, en el suspiro de vida que me es dado.

Déjame sujetar tu imagen bajo mis parpados, y sentirte cercana cada vez que duerma, y que seas mía cuando yo me muera. Cuando ya jamás se vuelvan a abrir mis ojos.

Mundo interior




¿Cómo hacer que nuestro mundo interior, nuestro mundo personal empate con el mundo “real”?

Ésta operación no es nada sencilla. Quien la intente arriesga su tranquilidad interior, ya que el agua y el aceite no hacen buena mezcla, ni jamás a las ovejas se les ve en compañía de lobos. Querer forzar la unión de ambos mundos no es recomendable, ya que se desarrollan en planos opuestos, distintos, separados.

Normalmente cuando imaginamos o visualizamos ese “Mundo nuestro” pleno de horizontes de Amor y Evolución, se realiza en nuestro interior, en nuestra imaginación (perdón por redundar), es actividad que se lleva a cabo con sólo cerrar los ojos, y ya estamos en él. Por ello, cuidado cuando dices: “Mi mundo que he imaginado para mis padres, hermanos e hijos”, ellos tienen SU MUNDO INTERIOR PERSONAL. Por supuesto que tú, en el tuyo puedes visualizar a tus padres, a tus hijos, a tus hermanos, a tus amistades de la infancia. Pero, hay que ver si las personas que amamos, nos visualizan a nosotros en su mundo ideal, sería hermoso, más no siempre es así.

Cada ser tiene sus propios anhelos. “Tus hijos no son tus hijos, son hijos del anhelo de la vida”, dijo alguna vez Khalil Gibrán. Y es verdad, puedes elegir el nombre de tus hijos, puedes escoger la escuela donde vaya a aprender, puedes influir en su manera de vestir y de hablar, pero no puedes habitar su futuro, ni sus sueños, ni su mundo interior. Por consiguiente, podrás elegirle amistades, pero la persona de cual se van a enamorar, esa es una decisión totalmente de ellos.

En resumen, nuestros mundos, el “imaginario” y el “aparente”, no se tocan, ni se “empalman”, sin embargo, conviven en un solo ser, en un solo corazón fluyen los sentimientos que provocan ambos universos. El uno, invisible, intangible, incomprobable. El otro, tangible, crudo a veces, tierno en otras; predominante siempre a través de los cinco sentidos, que son el vehiculo para experimentarlo. El “imaginario” se nutre por medio del infinito canal de la mente, de lo mágico, y viene a ser el alimento verídico de nuestro espíritu, lo que nos hace despertar cada mañana y realizar, en ocasiones un esfuerzo supremo (reconozcámoslo), de ir a trabajar, de decir, de estar, de negar, de afirmar, de sobre llevar nuestra alma en esta dimensión, que asemeja una vecindad cósmica en ruinas, o el infierno de algún otro planeta. ¿Te lo haz planteado antes?

El mundo sutil está condenado, en ésta vida, a permanecer oculto bajo mis párpados. Puedo visitarlo en mis sueños, diseñarlo a mi antojo, modificarlo a mi capricho, pues en él soy el pequeño Dios creador. Poesía pura. Todo ahí es posible, y vuelo con una facilidad asombrosa al viajar a la velocidad del pensamiento. Tengo de compañeras a esferas de agua clara, del tamaño de un balón de fútbol, mientras atravieso nubes ellas me hablan con voz femenina: “Aquí estoy”, la voz de la princesa, mientras vibran cuando las toco con mis dedos y las penetro con mis pensamientos. El cerebro se ha trasladado bajo toda la piel, ya no reina en el penthouse. El corazón asoma por la boca y brinca de ella a jugar con un par de estrellas, si le da la gana. Arcoiris dobles que dibuje en mis sueños, se despliegan hacia lados opuestos para mostrar la senda de vuelo. Nada me detiene para encontrarla a ella. Al fin, la imagine así a ella. De belleza unánime y quieta entre un mar de rosas blancas esperando a su rey que llega como Peter pan: Volando desde un mundo lejano, que se creía hombre y es sólo un niño aprendiendo a amar. Aquí ya no puedo detenerme…El cielo truena y llueve, y graniza y tiembla la tierra, los animales braman, las nubes rosas, se vuelven rojas, luego negras, al final blancas y rosas otra vez. Adán y Eva nuevos. Y somos un solo ser ya. El círculo de la creación se completa, y el cosmos se contraerá, todo empezará de nuevo, con otro Big Bang.

Y volveré a sentir la ausencia de sus brazos en Nueva York y el eco de sus pasos lo extrañaré en Madrid, el aroma de las rosas me susurrará su nombre en Damasco, y la lluvia de Bosnia me traerá su recuerdo, en Estambul creeré que fue un sueño. La lejanía de un mundo ideal resonará en la muralla china. La veré caminar en Guanajuato. Pasará a mi lado en Mar de Plata. Escucharé su voz en Londres. Me tocará el hombro en una playa de Brasil. Todo en otros cuerpos y otros tiempos. Y todo empezará de nuevo. Cabalgaremos juntos las lunas llenas en Dakota, me hará un collar de jade en Xcaret. La amada del nauta fenicio. Seré alfarero y ella será el barro. El camino y el pie desnudo. Ella un lucero y yo un bandolero de estrellas.

Quiero caminar contigo


Por la vereda de mi juventud olvidada
Por la ternura de nuestro silencio
Por la senda de el amor compartido,
Por la mañana joven de mi madurez.

Quiero que sujetes mi mano con tu lirio blanco
Que no lastimes ningún “Adiós” al separarnos
Quiero amarte en tu libertad y entregarte la mía.
Quiero sostenerte entera cual cielo a sus aves.

Andemos juntos todas las estrellas, brújulas de mis anhelos...
Andemos juntos todas las fuentes, nodrizas de arcoiris.
Andemos juntos toda la lluvia, hermana clara de tu mirada.

Y al final, ya al final, ser para siempre amigos
Para siempre amantes, siempre novios nunca distantes.

Me gusta


Me gusta levantarme tarde, comer uvas, acariciar un gato. Me gusta una calle solitaria, las chicas tristes, los poemas de Sabines y la Luna Llena, me gusta escribir, leer, coleccionar fotos viejas y nuevos amigos. Me gusta el cielo impregnado de nubes y las historias que cuentan, me gusta la gente honesta, la risa franca y los semáforos en verde.

Me gusta oler las rosas, comer enchiladas, mis tenis converse viejitos, mis crayolas, las fuentes y los deseos que se tardan en cumplir. Me gustan los rayos del sol al atardecer, la música clasica, estar bajo la lluvia sin paraguas, leer a Neruda, las libélulas; me gusta recordar situaciones graciosas y volver a reír.

Me gusta el sonido del viento entre los árboles, el arrullo de un riachuelo, los días inhábiles, un libro antiguo, y su aroma a tiempo. Me gusta el día de mi cumpleaños, cerrar ciclos, mi auto, mi hogar, extrañar a mi perro, caminar solo.

Me gustan los timbres postales, las luces navideñas, beber limonada, dormir una siesta, leer lapidas en el cementerio, las jacarandas, las golondrinas en vuelo, las luciérnagas, completar un rompecabezas, descifrar un enigma, jugar con un espejo reflejando el sol. Me gustan las pompas de jabón, los buñuelos, mirar mis calificaciones de primaria, perdonar, el firmamento estrellado, la fuente de las ranas, y la cinta de aislar.

Me gusta el chocolate caliente, la pantera rosa, el zumbido de una abeja, la constelación de Orión, caminar descalzo en el césped, las camisetas de algodón, el pan calientito, las muchachas inteligentes, las manos suaves de mi madre, abrazar un árbol y las catarinas.

Me gusta el silencio, reflexionar, las iglesias vacias..., el mar, las jícamas con chile, moldear plastilina, conducir en la carretera, las canciones de José Alfredo, sentir frío, El Principito, recibir e-mails, el rocío de la mañana, saldar una deuda, fantasear....

Me gusta mirar a los ojos, para buscar sinceridad. Me gustan los avioncitos de papel, el ajonjolí, dar sustos, pensar, respetar una telaraña, las piñatas, suspirar, el olor del Cempoal.

Me gusta soñar a ojos abiertos, encontrar sin buscar. Amar y ser amado. Me gusta lo que me gusta, al final de todo, a quien no le puede gustar.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Lo prometo...


Prometo que algún día, enlistare los nombres, sin apellidos, de todas las mujeres que he besado. Incluire, a las que me besaron.
Prometo, hacer una lista de las mujeres que les hice el amor. Incluidas, las que me lo hicieron.
Prometo otra lista de las que seduje y las que me sedujeron.

Un ranking completo de las mejores piernas, los pechos más bellos, los ojos más resplandecientes, la cabellera más linda, la piel más sedosa, los gluteos más rotundos. De cada apartado el top ten.

Prometo mencionar las mentiras de amor que dije. También diré las que me dijeron.
Prometo develar mis tácticas de conquista, mis trucos, mis estratagemas, mis mejores ardides que para merecer cariños utilize. Con cuales fui fiel y las que me fueron infieles.
Prometo decir los nombres de las que me rechazaron y de las que yo rechaze.
Prometo decirlo todo algún día; quedarme con nada prometo.
Pero ese día no es hoy. Sigue esperando haber en cual lista apareces.

Abajo en lo profundo


Debajo de mi sonrisa, vive una mueca aburrida.
Detras de mis palabras, resuena el eco de mi soledad.
Debajo de mi nombre, estoy yo. Sólo yo, solo.
Después de mis sueños rotos, viene la sequía de ilusiones.
Al final de mis esperanzas rotas, está el límite de mi llanto.

Después de mi ira incontenible, el coraje de lo que no es.
Detras de mis peores momentos, la escalera del arrepentimiento.
Debajo de mi piel, la maldad busca su nido.

Detras de mi voz, mi corazón agonizando.
Después de mis ojos, un horizonte extraño.
Debajo de mis pasos, lo único que poseeo.

Debajo de cada capa, de pecado, de virtud; detras de cada acción, buena, mala; después de todo ello, allí estoy, sin nada para darte, ni poder hacerte reír siquiera.

Esto es lo que soy, esto es lo que somos. Ardamos con placer mientras se pueda. Te dije: "Amame, que aún estoy". ¿No sabes que la soledad no quiere estar sola?

Al principio fue tan diferente...
Ya no espero nada. Estoy más alla del silencio. Ya nada me es ajeno.
También quise ser feliz.

martes, 19 de febrero de 2008

Cuestión de piel...


La primera vez que estuve con una Mujer, mi primera vez, fue a los 19 años. No fue planeado. Dicen que lo no planeado sale mejor. En aquella ocasión efectivamente así fue. Sentí miedo al enfrentar una intimidad tan íntima (Perdón por redundar). Todo fue un hallazgo hermoso. Sólo conocía el cuerpo femenino por los libros de Ciencias Naturales. Fue por amor. Iba del descubrimiento al asombro y de este a la maravilla en una penumbra donde sólo se recortaban la siluetas. Juntos creamos mundos todos nuevos. Galaxias y constelaciones inéditas. Su piel fue la plataforma de lanzamiento. Me acorde de mis juguetes. Pense en las quinceañeras, por aquello de la muñeca, me quise reir (o llorar). Cada sensación era nueva, insólita. Casi no hablamos (¿Para que? Si el silencio es de oro ). Aquella noche, con esa chica, comprendí la teoría de Albert Einstein y la dilación del tiempo. Mis manos parecían pájaros recién liberados, y mi boca no era mía, era tomada por asalto a cada momento. Le hice el amor con todo el corazón y vi las estrellas en su frente. Y por milesimas de segundo todo era cubierto por un fulgor repentino. Después supe que a eso se le llama éxtasis....

Tiempo después he tenido otras primeras veces. Se pobló de mundos diferentes mi universo. Y siempre fue la primera vez. No hay dos Mujeres iguales. Siempre se asombraron mi tacto y mi vista. Y siempre es condecorado el corazón cuando sabe entregarse. Amé con toda mi alma. Y fui dulce y fui tierno y fui pasión y alguna Mujer supó sacar de mi interior un huracán. Y fui locura y aprendí también a ser soledad... y a extrañar, y a hacerme a un lado. Aprendí a "dejar ir", a soltar, a liberar, a no atar. Ni a ser atado. Aprendí a vivir el momento.

A veces me arrepiento de aquel comienzo a los 19. Me hubiera gustado guardarme para cuando encontrara a la mujer de mi vida; a la que finalmente tuve en mis brazos, y me dijo que yo era el hombre de su vida por la manera que le hice el amor. Que mundo tan loco.

Hoy navego solo. Mi mar está quieto. Puedo explorar mi interior. Siempre es la primera vez. Las mujeres ya solamente pueden hacerme feliz. Estoy aprendiendo a envejecer, a ser Uno con mi soledad. Mis libros acompañan mi soledad. De repente ya es una multitud. Las canas ya pintan mis sienes, por herencia paterna, seré canoso prematuro. Ayer una chiquilla de 20 años las notó. Y estrené las riendas de mi corazón.

sábado, 16 de febrero de 2008

Toma chocolate, paga lo que debes


De México para el mundo. De los grandes tésoros que se llevaron los barbudos de ultramar, es el más delicioso. Pocos se resisten a la tentación de degustarlo. El chocolate. Se ha paseado por todo el mundo y regresa a nuestra patria desde distintos confines. Su siembra requiere sabiduría. Su cosecha perseverancia. Los suizos se encargaron de mejorarlo. Los franceses lo incorporaron a su gastronomía. En oriente vale una fortuna una barra de él. Los gringos, escandalosos como son, le dieron traje de etiqueta y sobrenombres espaciales o medievales (milky way o muskeeters). Un monje dedicado por años a la oración y a los actos piadosos, levitó tomándolo calientito. En Irán hay gente que mataría por una taza de chocolate. Mi mejor experiencia con el chocolate es cuando lo robaba de la alacena a mi madre. Redondo, granuloso, delicioso, era una rueda de chocolate Abuelita. A veces me pregunto que hubiera pasado si los dirigentes y presidentuchos del mundo y del tercer mundo en toda la historia humana, hubieran tomado un jarro de chocolate calientito antes de haber tomado sus decisiones estupidas. Como las bombas atómicas sobre Hirosima y Nagasaki o la invasión a Irak, o tantas matanzas bárbaras de nativos americanos e indígenas, obreros, mineros o estudiantes, o el fusilamiento de Maximilano de Habsburgo (que salió más liberal que los liberales). Pobres (los dirigentes) , quizás no tuvieron amor en su infancia, ni amigos, ni mascotas, ni les cantaban antes de dormirse, ni tazas de chocolate caliente.

jueves, 14 de febrero de 2008

"Los amigos no se compran"


Los amigos no se compran. He tenido recientemente la oportunidad en un par de ocasiones de adquirir cachorros Husky, oportunidades que llegaron a mi sin buscarlas; y honrando la memoria de mi entrañable Amigo "Lobo", deseche la idea. Y vaya que era realmente tentador tener frente a mi a ejemplares tan hermosos de esta raza tan sorprendente.

No comento esto para que alguien me regale un Husky. No. Pero sinceramente creo que un amigo de verdad no tiene precio. Un Amigo no se compra. "Lobo" llego a mi solo y hambriento en diciembre de 2005 y murió en diciembre de 2007 (más abajo en el blog puedes leer la historia en "La fortaleza de la soledad") . El extraviado y solitario era yo. Nuestras caminatas fueron siempre nocturnas. Cuantas veces un amigo ilumina y da sentido con su presencia a nuestros momentos más obscuros. Sin embrago, se que volveremos a encontrarnos. Un amigo camina contigo en la oscuridad.

lunes, 11 de febrero de 2008

Tanque lleno...


Lunes. Otra semana. Otra noche. Las rolas fluyeron sin darme cuenta. Mi turno en la emisora de radio se fue sin sentir. Muchos coches en el Boulevard. ¿A donde irán las personas? Una gasolinera. Si. Tanque lleno por favor. Enfilo a las afueras de la ciudad. La misma carretera de tantas otras veces. Pero la noche la hace parecer nueva.

Sigo siendo amigo del velocimetro. Iggy Pop en mi autoestereo canta "The Passenger", hago lo que dice la rola. Al pie de la letra. Se ven lindas las luces de la ciudad. No tardo. Hay que volver a empezar mañana. Con la mejor de mis máscaras.

sábado, 9 de febrero de 2008

Hueco


Alguna vez Dios camino a mi lado. Sentía su toque en todo lo que yo hacía.
Alguna vez la magía formaba parte de mi, y de todo lo que decía.
Alguna vez camine entre los árboles y escuchaba la voz del bosque.
Alguna vez descifré el canto de las aves e interpreté su vuelo y cortejos.
Alguna vez fui amigo del viento, que me hablaba de ti; me traía tu aroma.
Alguna vez fui confidente de la lluvia, me lavaba el alma.
Alguna vez escuche relatos milenarios contados por las Piedras.
Alguna vez use la Luna como espejo, en su reflejo te miraba.
Alguna vez mire caer astros, una y otra vez; en sucesión.
Alguna vez encontre lo divino en toda la creación.
Alguna vez tuve alma...

Hoy, me siento desalmado. Un rufian, un patán. Un cuento mocho. Un rompecabezas incompleto. Un cerdo, un pobre diablo. Un payaso, un malandrín.

Alguna vez tuve disciplina, y algo parecido a la Voluntad.
Caía pero me levantaba.... Pero va de caídas a caídas. Victorias pirricas. Derrotas aplastantes.

Quiero olvidarme de mi....

viernes, 8 de febrero de 2008

"Viernes"


Te regalo este viernes con su noche.
Pero más allá de medianoche, dejame contarte
de estrellas, de rosas, y de un firmamento.

Que sabras de la completa ternura entre mis brazos;
de lejanía y de miradas y batir de alas, que yo sé volar...

Sujeta fuerte mi mano. Si. Que no hay palabras, quiero hacerte sentir, que yo era para ti. Donde ya no hay corazón, ni moleculas siente como nos hundimos en las nubes. Estamos hechos de agua y volvemos a la eterea patria.

Pluma, suspiro y destello se conjugan el tierno anillo del amanecer. El más luminoso que podrás ver. Caéremos convertidos en gotitas de rocío que formarán al divino arcoiris, ensueño de augustas almas. Pretexto de los excelsos amores.

La fortaleza de la Soledad


La semana se sucedio rápidamente. Tambíen hubo ceniza, pero ya no de cigarros. Anoche soñe a mi perro Lobo. Me desperto el tren de las cinco de la mañana y creí escucharlo ladrar en el patio de la casa. He intentado dejar de pensar y recordar....

Mi refugio es mi trabajo. Por las mañanas a la oficina de comunicación. Por las tardes a la radio. Un turno áños luz más comodo que el anterior. Finalmente y después de 15 años de levantarme a las 4 de la mañana, me quedo el hábito de despertarme en la madrugada. Y ahí está el problema. A salir a caminar por el vecindario a esas horas de la madrugada. Recorro, las calles por donde solía pasear con mi perro. Voy por el corredor escolar, llego hasta el jardín triangular donde nos acostabamos a mirar las estrellas. Una vez, le dije, señalando la constelación de Orión: "algún día todo eso será tuyo", y mientras me eche a reir, me relamía la cara.

Ya era un perro adulto. Ya tenía dos semanas vagando por el vecindario. Como que buscaba a alguien. Quizás alguien lo olvido. Solo se acercó a mi casa el 25 diciembre del 2005. Se le notaban las costillas. Pero aún hambriento y maltrecho no perdía la estampa de su raza. Un Huskie blanco y negro con un ojo azul y el otro cafe. Le compartí cuernitos de la cena de navidad. A la mañana siguiente amanecio enroscado afuera de la casa. Oficialmente ya tenía perro y él un hogar. Mi madre sentenció: "Tú lo adoptas, tú limpias", chin, pensé. Nunca dio problemas de esta índole. Afortunadamente su amo original debió educarlo muy bien. Nunca pusó un pie, bueno, una pata dentro de la casa, sin permiso.

Compartimos tantas caminatas nocturnas. Los amigos del vecindario nos veían y me tiraban carrilla. "Mi perro y yo", me gritaban, para luego pegar risotadas como demonios. Siempre ibamos a dar al jardín triangular a recostarnos junto uno al otro. Le encantaba que lo acariciara. En verdad, sólo le faltaba hablar. Nunca estuvimos solos en el jardín. Había colonos. Tres palmeras. Una cerca de truenos y un rosal enorme en la punta norte, que vanidoso presumía sus incontables capullos próximos a reventar. Días más adelante, nos toco presenciar todas sus rosas que como princesas de planetas lejanos saludaban a la noche impregnandola toda de su etereo aroma.

Su mansedumbre era tal, que en casas vecinas era acogido con alegría, sobre todo en una donde había niños. "Como se llama tu perro" me preguntó mi sobrino Jahír, "Parece un lobo", ¿Te parece ese nombre? Mientras recibía un lenguetazo en plena cara. Mi madre observo sabiamente: "En la casa donde vivía este perro de seguro había niños, porque se deja que le hagan de todo, le estiran la cola, se suben a él y no les gruñe". Una noche, mientras acomodaba mis libros, el Lobo estaba inquieto de salir a pasear, sonó el telefóno. Era una chica que hacía tiempo no sabía nada de ella. Deje salir al perro solo. No transcurrio mucho tiempo.... alguien llamó a la puerta. "Atropellaron a tu perro", dijo un amigo. Creo que ni colgue el telefóno. Tirado de costado estaba el animal. La cabeza ensangrentada. Con dificultad, aún respiraba. Se estiro como intentando levantarse cuando me sintió a su lado. Movio la cola. Cuando me regalo su última mirada, murió. Le cerre los ojos."Fue una camioneta Lobo roja" menciono un chiquillo en bicicleta. Que ironía. Una lobo mataba a mi Lobo. Lo cargue y lo sentí blando, como si fuera de agua y que se me escapaba entre las manos . Pasé junto a los amigos del rumbo, se quedaron mudos. A uno de ellos le cayeron gotas de sangre en sus tenis blancos. Y no dijo nada. Yo tampoco. Sonaban a lo lejos los tambores de los matachines. Era Diciembre

Lo enterre en un paraje de la sierra. Adelante del Kilometro 40. Llore como se llora a un amigo que se va. "Llegaste en diciembre, en diciembre te vas. Fuiste un corderillo con piel de lobo. Ve amigo Lobo, quizás tu dueño te llama".

Hace días retome las caminatas nocturnas hasta el jardín triangular. Sólo sobrevive una de las palmeras, también la valla de truenos. En la esquina norte un hay brusco agujero donde estaba el rosal. Lo robaron. Pero aún se percibe el aroma a petalos blancos. Se llevaron el rosal. Me quede con las rosas. Y un perro vagabundo es dueño del cinturon de Orión.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Serendepia: Donde nunca es siempre


Nunca fui sobrino del tío Gamboin. Ni integrante de la Banda de Guerra en la primaria. Nunca fui monaguillo. Nunca tuve una avalancha. Nunca tuve un Atari, ni novia en secundaria. Nunca le dije que la quería. Nunca olvide una mirada azul.... Nunca le pregunte su nombre. Nunca olvide mi primer juguete. Nunca aprendí a tocar la guitarra que tuve. Nunca me gusto levantarme temprano, jamás saque 10 en matemáticas. Nunca me fui de pinta. Nunca pude romper el cordón de la meta, a pesar de haber llegado en primer lugar.... Nunca quise dejar de ser niño. Nunca: ese callejón sin salida que en ocasiones me encuentro en mi camino, al querer llegar a Serendepia. “Quisieras” arrepentidos que llevó en el morral que aún cargo.

Siempre confíe a la primera vez. Siempre cerré los ojos al besar. Siempre tuve un gato. Siempre andaba descalzo a los 4 años. Siempre tuve un mejor amigo. Siempre fui el primero en saltar al río; siempre el último en salirme. Siempre me enamore de la más bonita del salón, siempre me quede callado. Siempre me regañaban en clases. Siempre quise traer la greña larga, siempre odie al peluquero. Siempre leo a Sabines. Siempre busco las estrellas. Siempre llamo a Merlín, siempre me ignora. Siempre incomprendido. Siempre me acuesto tarde los viernes. Siempre me levanto tarde los sábados. Siempre le doy un beso a mi madre al partir, al regresar. Siempre sé, que un día me faltará. Siempre: Esa hermosa carretera que me seduce y que me espera; colmada de sorpresas todas gratas. Que me lleva, que me acerca a la hermosa Serendepia.

martes, 5 de febrero de 2008

"Con la brújula imantada"


De días a la fecha, siento que he perdido el rumbo. Siento navegar en un mar proceloso; a veces calmo y quieto, pero igualmente desorientador. Alguien apago las estrellas que ya no brillan para mi. Eran mi única guía. Mis noches no habían sido tan obscuras. Ni las mañanas tan pesadas. Me cuesta tanto empezar cada día al despertar. Otras veces me cuestiono si tendrá algún sentido continuar con esto. Con esta vida...

De repente, mientras voy en mi auto ("Amoroso", que tiene personalidad propia y merece un capitulo aparte), me asalta mi "Yo Interno" con cada pregunta: ¿Seremos fantasmas?, ¿Quizás no somos humanos?, ¿Tendré alma?, ¿Seré sólo un recuerdo en la mente de alguien más?... Un recuerdo que trabaja, que sueña, que odia, que se ríe, que a veces ama y que anhela.

Y apenas es martes y ya dándole al asunto existencial. Creo que va a ser un día largo. Hace días, mejor dicho, hace noches; que no sueño a mi Princesa de ojos azules. ¿Será que ya hasta ella me la quitan? O quizás se volvío realidad al cansarse de esperarme y tal vez algún día me la encuentre en una central camionera de provincia.... Todo es posible.

Lo que si estoy seguro es: que ya me canse de pelear: con todos, con mi padre, con Dios, conmigo mismo.... Que quede escrito que puse mi mejor parte, que puse mis dos mejillas para que me abofetearan. Que puse mi cara para que me escupieran. Y que ya no le tengo miedo a los bastonazos de mi padre. Sólo tengo dos mejillas.

Hay veces que tengo unas ganas cabronas de llorar. Y no me aguanto. Por eso lloro cuando estoy solo. Y nada está escrito.

Antier mire a una pareja de novios, adolescentes. Y recordé la vez que tuve una novia. Ella era dulce e inteligente, me amaba y yo a veces tambíen la amé. Su nombre era breve como su boca. Y su pelo una fiesta. No la valore. dos, tres veces, volvío. Era mía. Por aquello de: "Si amas algo dejalo libre...". Era verdad. Y aún la extraño. ¿Su nombre? Está seguro en mis labios.

Ayer mire a unas personas en viejos camiones, gente con rostros deveras tristes, se veían hambrientos, más que de comida, de amor. Y sentí un nexo grande, grande con ellos. Viajaban apretujados entre lonas enrolladas y animales. Un circo. Cuantas ganas de irme con ellos, de rogarles que me aceptaran. Así yo y mi corazón viviríamos al día. Dieron vuelta en un entronque polvoriento. Les dije adiós con la mano. Y mi corazón suspiro profundamente....

Recibe un abrazo, tú... que tu pelo es una fiesta... a la que ya no están invitados mis dedos.